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El diario del M.C y M pretende ser un espacio de comunicación rápida entre los ministerios de nuestra familia, con entrevistas, reportajes, noticias urgentes e imágenes de diferentes convenciones y eventos. Es nuestro deseo que los unos y los otros podamos sentirnos unidos mas allá de las distancias a través de este medio. "..Como el agua fría al alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.." (Proverbios 25:25)

10 de octubre de 2007

Conozca la historia del arquero profesional al que el Señor llamó al ministerio ¡Dentro de una cancha de fútbol!

Buenos Aires, 10 de Octubre de 2007. (M.C y M). Hace un tiempo tuvimos una entrevista con el Pastor Ramón Alamo, (en la foto, a la izquierda), quién desde hace dieciocho años está haciendo la obra del Señor junto a su familia en la localidad de Chepes, (Con anexos en Ulape y Olta), en el interior de la Provincia de La Rioja, al norte de la República Argentina.
Una historia distinta la de Alamo. Es la historia de un hombre que cambió su pasión por el fútbol, por el supremo llamamiento de Dios, y por la inmensa gratitud hacia ese Dios que lo libró de un profundo estado depresivo, que ni el deporte, ni la fama, ni el reconocimiento del mundo pudieron mitigar.
Es la historia de un siervo de Dios, de un padre y de un esposo valiente, que cuando su esposa Juana de Alamo se moría por una enfermedad terminal, se aferró a la oración y a la esperanza que Dios podía hacer un milagro en su compañera de toda la vida, y hoy puede contar con gozo esa impresionante experiencia, y seguir adelante con el pastorado, junto a su esposa y sus cuatro hijos, (Mariana, Adrián, Soledad y Lucas), que lo ayudan fielmente en el ministerio. Compartimos con Ud, esta conmovedora historia de fe y milagros.

-Pastor Ramón Alamo, quizás nos pueda contar en breve su testimonio… ¿Cómo llego al Señor?
Nosotros llegamos al señor en el 1978, siendo un deportista, dentro del medio en mi provincia muy famoso…

-¿Qué deporte practicaba?
El fútbol. Conocí al Señor en una situación muy especial de mi vida. Llegué al Señor a los treinta años a causa de un estado depresivo. En ese entonces yo estaba casado, con tres hijos y sin muchos deseos de vivir. Allí un hermano mío me dio la Palabra y me condujo a la iglesia donde conocí el evangelio. Era la iglesia del Pastor Abraham. De esa manera comenzó mi vida como cristiano, obedeciendo a Dios y sintiendo cada vez más ese fuerte impulso a servirle.

-¿Así que no solo se convirtió sino que comenzó a sentir el deseo de servir a Dios?
Así es, eso fue en el año 1979. Como dice el dicho, “..el fútbol es una pasión de multitudes..” para mi era también una pasión. Algo que yo pensé cuando comencé a sentir los fuertes impulsos de la voz de Dios, fue: “..Señor, no me pidas que deje de jugar al fútbol..”

-¿Jugaba profesionalmente?
Si, jugaba profesionalmente.

-¿En qué club?
En el club Unión de la Rioja. Jugando profesionalmente fue que sentí la voz de Dios, tan fuerte, tan audible. Cuando él me habló, yo estaba en la cancha y me dijo: “..hijo..” cuando sentí la palabra hijo, inmediatamente (como una reacción intuitiva), giré mi cabeza porque pensé que alguien me hablaba desde atrás del arco. Al ver que nadie me había hablado, entendí que era la voz de Dios.

-¿Jugaba como arquero?
Si, era arquero. Entendí en ese momento que era Dios quien me estaba hablando, por lo que comencé a prestar atención y El me dijo: “..Este lugar no es para ti..” fue muy fuerte ese momento porque sentí que mi vida cambió totalmente. Tenía la opción de desobedecer a Dios y seguir con mi pasión o de obedecer su voz. Miré las tribunas y toda una película pasó por mi mente en ese momento. Sentí que no era de ese lugar, todo era extraño para mí. En esa misma tarde, después que el partido terminó, hablé con todos los dirigentes y les informé que no iba a jugar más. Mi decisión fue inmediata. No juego más. Ellos me preguntaron porqué y se molestaron argumentando que todavía era muy joven y podía seguir jugando. Como sabía que no comprenderían la causa por la cual tomaba esa decisión, yo les dije que respetaran mi decisión. A partir de ese momento, comencé a vivir una vida de experiencias y desafíos, Dios me confrontó a través de lo que mas amaba (que era el fútbol), y entonces tomé esa decisión. De esta manera, comencé a servir a Dios en la iglesia. De todas las maneras posibles.

-¿Cómo surgió lo de Chepes?
En el año 1986, regresaba de una convención en Cuyo, y tenía que pasar por Chepes para llegar a mi casa. En ese momento, sentí de orar para que Dios levantara a alguien que llevara su palabra a ese lugar. Entonces le dije al que conducía el vehículo: “..Pare un momento, que vamos a orar para que el Señor levante obreros en este lugar..”

-¿Viajaba con el hermano Abraham?
No, lo hacía con mi esposa y con la esposa del hermano Abraham (que conducía el vehículo). Eramos todos de la iglesia de La Rioja.

-¿Dios le puso una carga por ese lugar?
Así es, una carga de oración. Recuerdo que nos bajamos del auto, recorrimos el pueblo y fuimos hasta un lugar baldío. Nos tomamos de las manos y comenzamos a orar. Con el correr del tiempo, fue una sorpresa para mí cuando Dios comenzó a decirme que el obrero para ese lugar era yo.

-¿Y su familia? ¿De qué manera respondieron a ese llamamiento?
Reaccionaron bien, porque todos estábamos en ese primer amor por el Señor. Ese amor que nos lleva a querer servirle en cualquier lugar y a cualquier hora. Por cierto, nosotros en ese momento teníamos cinco hijos, motivo por el cual nos era un poco difícil poder ir a ese lugar, pues éramos una familia numerosa. Pero Dios estuvo ayudándonos, yo le comenté a ella la carga y comenzamos a orar, buscando el tiempo de Dios. Hasta que llegó el momento de pisar ese lugar, así se comenzaron a abrir puertas.

-¿Fueron a abrir directamente la obra o empezaron a viajar para hacer cultos?
-Primeramente, yo estuve viajando cerca de un año haciendo reuniones, porque aunque Chepes pertenece a la provincia de La Rioja yo no conocía absolutamente nada. Así que, en la guía de Dios, comencé a viajar a ese lugar, como para pisar la tierra e ir conociendo. Realmente, hubo cosas maravillosas. Chepes es uno de los pueblos más postergados de la ciudad de La Rioja, muy olvidado por todos, inclusive por el gobierno. Es un pueblo muy sufrido, cuando llegue allí sentí amor hacia la ciudad y el pueblo, eso me llevó a comentar en mi trabajo, en mi familia y en la familia de mi esposa lo maravilloso que era ese lugar. Ellos no lo podían entender, me preguntaban “..¿Por qué a Chepes..?..”, habiendo tantos lugares mucho mejor por diferentes motivos (los chicos, los estudios, las oportunidades). Me decían que iba a sacrificar a mi familia, que me iba a morir, porque en ese pueblo no había médicos, y muchas cosas más. Pero era más fuerte la voz de Dios y el anhelar servirle. Cuando conocí al Señor, en el año 1978, yo estaba desilusionado de la vida. Solamente Dios me pudo sostener,
y me dio una oportunidad de volver a ser la persona que había sido.
Entonces, cuando yo recuperé mi salud, mi fe, mi confianza, las ganas y el deseo de vivir, cuando reconquisté a mi esposa (habíamos tenido problemas que nos llevaron al borde de la separación) cuando recuperé todo lo de valor que tenía en la vida, ¿Cómo no iba a servir a Dios?
Entonces me dije: “..Por gratitud a Dios..” (siendo yo una persona de treinta años, perdido en una prisión que desde hacía tres años era un pozo depresivo). “..Tomo un compromiso con el Señor, no puedo callarme la boca después de haber recibido tantos favores en mi vida..” Le dije al Señor: “..Señor, aquí estoy. Le dediqué muchos años de mi vida al fútbol y hoy no tengo nada. Ahora, en ti Señor, pongo lo poco que tengo, me entrego en tus manos, para que tú me uses..”

-¿Hace cuánto tiempo están en ese lugar?
Hace 18 años que estamos allí…

-¿Ya tienen un templo?
Si, tenemos un hermoso templo con una linda congregación. Nosotros, con mi esposa, siempre confesamos que es la mejor de todas…

-¿Su familia está con usted?
Si, mi esposa y mis cinco hijos, todos trabajando en el ministerio. Mi hijo Adrián, hace poquito se casó y es mi mano derecha, es el copastor de la iglesia..

-¿Cómo está compuesta su familia?
Mi esposa se llama Juana y tiene 55 años, mi hija mayor es Mariana y tiene 32 años, Adrián tiene 31 años, Soledad tiene 30 y Lucas tiene 24.

-¿Cómo es eso de que su esposa fue sana de una enfermedad terminal?
Llegamos a Chepes con toda la ilusión de hacer la obra del Señor y de repente, de la noche a la mañana, mi esposa se enferma. Primeramente, oramos al Señor. Luego tuvimos que ir en busca del médico y la enviaron a Córdoba con todos los estudios. Allí dijeron que ella tenía leucemia y que solo tenía tres meses de vida. El médico le dijo: “..Señora, usted gracias a Dios, pudo tener hijos y los disfrutó..”

-La estaban preparando para lo que parecía inevitable..
Si, y le dijeron que esos tres o seis meses que le quedaban de vida, los pudiera vivir de la mejor manera. En ese momento experimenté la gloria de Dios en mi vida, porque en ningún momento ella se desesperó, ni renegó contra Dios. Sino que lo tomó con calma y paz. Ahora, yo estaba ante un gran desafío, porque tenía en ese diagnóstico una sentencia de muerte, lo cual me hacia ver que iba a quedar solo en la obra que recién comenzaba. Recuerdo que había un grupito de hermanos. Todo esto me llevó a comentarlo con mi pastor. El me dijo: “..bueno Ramón, si eso pasa vuélvase, vamos a acomodar todas las cosas y va a poder retomar después..” Entonces yo le dije: “..No pastor, yo de Chepes no me vuelvo, se que mi esposa está en las manos de Dios y si el decide llevársela, yo continuaré..” Esa fue mi decisión.

-¿Y cómo fue lo de su esposa? ¿De que manera llegó la sanidad?
Ella empezó un tratamiento, pero hubo muchísimas noches oscuras. Fueron largos meses donde parecía que la enfermedad la vencía. Pero una de esas noches fue especial. Estábamos orando por su vida, y el Señor nos habló usándola a ella misma y nos dijo que debíamos pelear y no rendirnos, que teníamos que pelear por la vida. Eso nos llevó a intensificar la confianza en la oración y pelear esa batalla. Hermano, hace ya 15 años que le diagnosticaron la enfermedad y hoy está con vida.

-Hermano, para terminar, la obra de Chepes ya se está proyectando para otros lugares de La Rioja ¿No es así?
Si, porque Dios puso en nuestro corazón la visión del Movimiento, de expandirnos con la misma fe que recibimos y que nos lleva a emprender grandes desafíos. De la misma manera nosotros se lo impartimos a nuestros hijos espirituales. Tenemos a 60 km un lugar en el Departamento San Martín y allí tenemos un obrero.

-¿Cómo se llama el pueblo?
Se llama Ulape y esta a 60 km de Chepes. Allí esta el hermano Pedro Jale junto con su familia…

-¿Hay alguna otra extensión de la obra de Chepes?
Si, también en la Localidad de Olta tenemos una joven radicada en ese lugar. Esas serian los dos anexos que tenemos…

-¿Y en Chepes están trabajando con chicos en escuela bíblica con comedor?
Tenemos la Escuela Dominical con muchos niños, en muchos casos hijos de padres inconversos. Hace ya muchos años que tenemos entre 80 y 100 niños. Tenemos 12 maestros, y la obra se sigue extendiendo. También hay un lindo grupo de jóvenes con los cuales se están llevando a cabo diferentes actividades: festivales de niños, festivales al aire libre, etc. Respecto a la música, mis hijos se están especializando. Estoy muy agradecido hermano Daniel, porque lo que Dios ha hecho es algo que sobrepasa a lo imaginable..

-Hermano, muchísimas gracias por sus palabras.
-Es un gozo poder saludarle a usted y a toda la familia del Movimiento. Nuestro cariño para todos y le invitamos para cuando pasen por allí para la Rioja o San Juan, los esperamos siempre con el corazón abierto para todos.

Foto: El Pastor Ramón Alamo (izquierda) junto a un colaborador de la iglesia

Por Margarita Clemente, Edith Williams, Lidia y Daniel García
buenasnoticiasdelmcym@hotmail.com

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